Gente que me lee (:

Dicen por ahí que los suspiros son emociones que tenemos prisioneras y que escapan de la cárcel del alma, yo creo que es algo muy cierto.

Saben, cuando estoy muy triste, pensativa o en mi mundo como dicen mis conocidos, suelo suspirar de rato en rato, y es una buena forma de aliviar en algo el gran peso que se siente en el pecho. Y es que muchas veces actos o pequeñas cosas nos sirven, ayudan o valen más que mil palabras....
Y es que porque?, porque decir mil veces te quiero o te amo, si al minuto siguiente con un acto inconsciente mandaran al piso todo lo lindo que acaban de decirte. Por eso yo prefiero mil veces quedarme muda y escuchar al silencio que se sienta y presencia nuestra muda soledad, prefiero quedarme quieta y sentir los latidos de su corazón, y entiendo que solo así voy aprendiendo como no decir nada con los labios y sin embargo decir mil cosas con el corazón.

En aquella muda compañía descubro un juego macabro al que le han puesto las reglas el silencio, la soledad, el qué dirán y el tiempo, un juego hecho solo para fuertes porque los débiles serán aniquilados en el camino, un juego en el cual los descuidos se pagan con noches de desvelo, los errores con heridas en el alma, y las buenas intenciones terminan convirtiéndose solo en sueños arrebatados...

Y otra vez te recuerdo sentado, callado a una distancia mínima de mis manos, mas me es tan imposible alcanzarte que me resigno a tocarte si tocarte, a mirarte y callarme mientras te observo y atrapo tu esencia entre mis recuerdos.

Entonces cuando todo esto pasa es cuando se me escapa un suspiro y me resigno a seguir sobreviviendo sin el, mientras el es feliz sin mí.


Sin decir nada, el silencio lo dice todo...y mis suspiros te responden de sobra.