Era un dia de invierno cuando paso la tragedia. El viento me helaba los cabellos y hacia que mi nariz se tornara de ese color rojizo que tanto odiaba...Estaba sentada abajo del arbol donde siempre escribia mis notas, los unicos recuerdos que ahora quedan de mi; estaba anochesiendo, debia ir a mi casa a comer con mis padres y mis hermanos.Mi madre habia cosinado su riquisimo pastel de carne...me gustaba tanto!
Observe como una ardilla bajaba de un arbol que estaba cerca de donde yo me encontraba, la pequeña ardilla se detuvo unos segundos en el cesped humedo y luego camino hacia mi, Se quedo al lado mio. Cuando me aburri de mirarla, me levante y me puse en marcha.
Para llegar a mi hogar, debia pasar por el sendero infinito ( asi le deciamos con mis amigos, porque estaba rodeado de infinitos arboles que practicamente no permitian ver el cielo ), las hojas secas estaban exparsidas por todo el camino de cemento desgastado y al pisarlas crujian de una manera muy satisfactoria, creo que eso fue lo que causo que no estubiera atenta al momento que se aproximaba, esa maldita distraccion, las malditas hojas con su atractivo sonido.
Iba a paso lento, mirando el piso para no dejar ninguna hoja sin pisar, de repente se me ocurrio una frase muy astuta y no podia no archivarla en mi cuaderno. Entonces fue, fue lo ultimo que escribi... Me sente en canastita a un costado de sendero, saque mi cuaderno y un lapiz para escribir, mis ideas se volcaron rapidamente sobre la hoja que tenia en mis manos... pero sinembargo cuando levante la vista, pude notar que las estrellas ya asomaban en el azul, casi negro cielo. Tome mis cosas muy apurada, pensando en los reproches que deberia escuchar al llegar a mi casa, pensaba en el calor de la chimenea con leña dentro, en mis hermanos riendo y corriendo por todos lados, pensaba en cosas simples, pense tanto que deje de prestar atencion a donde estaba pisando, y tropese con un poso. Cai con las manos, me las raspe todas y los codos tambien, por alguna extraña razon no podia levantarme... para mi desgracia cuando enfoque la vista pude notar un par de pies enfrente mio.
Los desconocidos pies llevaban un par de zapatos negros que parecian recien lustrados, estaban casi nuevos. Los toque, porque me trasmitian una sensacion aterciopelada, el sujeto dejo que hiciera contacto con ellos y en el momento menos esperado corrio su pie y dijo : - Te gustan?, son importados.
Sin saber que responder, sin saber de quien era esa voz tan gruesa pero suave a la vez me levante como pude sacudiendo mi ropa toda llena de barro seco.
El hombre pregunto si estaba bien, y le dije que si, que nada susedia, : - un tropezon no es caida - le dije sonriendo, el sonrio tambien. : - como es tu nombre pequeña? , dijo el. Le respondi con poco aire, ya que nadie, exepto mi abuela, me llamaba "pequeña", obiada de sobremanera que me digan asi. - Marie, me llamo Marie y no soy pequeña-... Tubimos una corta y poco interesante conversacion, donde le explique que debia ir a mi casa, en realidad le dije mas que eso, le dije mi apellido, mi edad, a que colegio asistia... le dije muchas cosas que no se le deben decir a desconocidos, que facilidad que tenia esa persona para sacarme informacion, que idiota fui yo... Pero eso no importa, no necesito de esos datos para hacer lo que hiso.
Nos despedimos, segui mi camino, pense haber dejado atras a ese hombre llamado Carlos, o almenos asi me dijo que se llamaba. Pasaron unos minutos hasta que cai en la cuenta de que un extraño habia aparecido de la nada, pense que quizas estaba caminando en direccion opuesta a la mia y no lo vi venir , era posible porque yo estaba muy dispersa con mis cosas... pero no estaba en total acuerdo con mis hipotesis, entonces comenze a ponerme nerviosa, mire para atras y no vi a nadie, supuse que el hombre caminaba mas rapido que yo, por eso no se veia su silueta, pero no estaba tranquila, mis pensamientos se aseleraban, mi pulso aumentaba, algo me pasaba , algo andaba mal con ese hombre. Comenze a correr desesperadamente por el sendero , que a cada paso se hacia mas largo, parecia no tener fin pero yo sabia que era cuestion de minutos para llegar al final de ese idiota camino... tropeze de nuevo : - que estupida soy !. Gritee y me quede tirada en el piso boca abajo, gire para respirar y cuando abri mis ojos, alli estaba ese macabro hombre, ese tal Carlos.
Sus ojos tenian un extraño brillo, era indesifrable, tan indesifrable que me causo escalofrios. Me pare para seguir corriendo pero el tipo me agarro del brazo y no me soltaba, yo gritaba con todas mis fuerzas pero no importaba cuanto me esmerara en ello, nadie podia escucharme, estaba en el medio de la nada. Quize soltarme de sus rasposas manos que me lastimaban, pero el me arrastraba cada vez mas hacia el oscuro y frondoso bosque.... Lo que me paso despues, no puedo decirlo, es muy obvio y me da mucha rabia y miedo, no puedo, no me salen las palabras y me congelo cada vez que lo intento, pero puedo decir que ese dia de invierno, fue el ultimo de mi vida.